El conocimiento de la verdad nos hace libres. Por esto es que los antiguos veneran tanto al Fuego y sus rituales, pues conmemoran siempre el regalo que los hijos de los dioses trajeron del Olimpo, para librarnos de la ignorancia y la falta de Luz, para ver la Verdad que está por todas partes.
La Luz ilumina todos los rincones oscuros de la existencia humana y por ende que la verdadera aventura comienza por saber y encontrar donde se encuentra la llave que nos ayude y nos ilumine en nuestro paso por la Tierra.
También por la Luz trabajamos los hombres de buena voluntad, disipando en lo que podamos cada día, nuestra propia ignorancia.
Entonces como hijos de la Creación, debemos aprobar que, si bien en un solo átomo se encuentra la vida y la energía, también en el Éter se darán por supuesto, procesos de formas de vidas y por supuesto que donde esta misma exista, se da sin duda alguna, el movimiento y la evolución de algún tipo de alma.
Por supuesto que ahora nos acercamos a la respuesta de mi tercera pregunta al misterioso enigma que denominamos a Dios.
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aunque estoy actualizando el texto